El concepto de imagen se entiende como algo más que una representación icónica, es decir, no se basa solamente en los productos de la comunicación visual y del arte, ya que la manera en que la percibimos hace que la pensemos de un modo determinado, entonces incluye procesos de pensamiento, percepción y conducta.
Para analizar la teoría de la imagen, debemos partir de la imagen que vemos, de su proceso de generación y transmisión.
Una imagen establece básicamente una selección de la realidad, un repertorio de elementos configurantes y una sintaxis, entendida como una manifestación del orden; de este modo, la naturaleza de la imagen se analiza a partir de la percepción, que es donde se selecciona la realidad, y la representación, donde se explica tal realidad.
Toda imagen, incluso las imágenes que surgen del nivel de lo imaginario posee un referente en la realidad independienternente de cuál sea su grado de iconicidad, su naturaleza o la media que la produce, generando una realidad modelizada.
Existen tres formas de modelización, es decir tres funciones icónicas: la modelización representativa, la simbólica y la convencional.
Existen tres formas de modelización, es decir tres funciones icónicas: la modelización representativa, la simbólica y la convencional.
Nos dice Arnheim que una representación es un enunciado sobre las cualidades visuales, y tal enunciado puede ser completo a cualquier nivel de abstracción; por tanto las imágenes son representaciones en la medida en que retratan cosas ubicadas a un nivel de abstracción más bajo que ellas mismas.
Toda imagen tiene tres estructuras: la espacial, la temporal y la de relación. A partir de las cuales se forman dos nuevos elementos de definición icónica, dos estructuras cualitativas de la imagen, que son: el espacio y el tiempo.
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